Una de las cosas interesantes de la ponta de São Lourenço es que puedes ver las dos cotas de la isla al mismo tiempo, y además en esta foto se nota perfectamente uno de los contrastes característicos de la misma: mientras en el norte hace un tiempo de perros y llueve, en el sur el sol está luciendo.
Y vale que tuve mala suerte con lo del tiempo, porque el sol que habían prometido los servicios meteorológicos que consulté no apareció demasiado, pero más o menos la cosa funciona así bastantes días al año: desde Europa bajan las nubes que tropiezan contra las montañas y se quedan en la costa norte, y en el sur, sobre todo en Funchal y alrededores, la cosa está más soleada.
De hecho, esta disparidad es la razón de la construcción de las primeras levadas: conseguir agua de la parte más húmeda de la isla para los regadíos de la parte más soleada.
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